Confesión Segunda...
Ayer fue un buen día. O al menos debía haberlo sido, pero empezó mal cuando, a la par que en mi sueño, sonó el teléfono. Digo, quiero mucho a Irasema pero eran las 9:30 de la mañana y yo no había dormido nada bien... Fue precisamente algo qué pasó en ese mal día lo que me inspiró a escribir este comentario que tiene mucho que ver con todo lo que me rodea.
Como muchos de ustedes sabrán, estudio Comunicación (Comunicaciones está en FIME, diría Lewis), y la cantidad de especímenes raros en mi escuela es impresionante. Hay desde el(la) típico(a) niño(a) Comunicación que se la pasa de antro en antro los fines de semana (y entre semana también), que falta a clases y le vale gorro pasar con 70. Claro que también está la otra parte de la historia: el matado que se la pasa estudiando y que se esfuerza por lo que quiere. Bueno, esto por si sólo no tiene nada de espectacular y relevante porque de esos hay en todas las escuelas, pero lo que hace "única" la FCC es lo siguiente.
Hace como dos semanas, platicando con Isra en uno de esos ratos de ocio, comentó algo que a su vez, escuchó de otro sujeto en la Facultad: "N'ombre, esta escuela está bien chida. Los maestros nunca vienen, no encargan tareas, no hay problemas por las faltas, puedo llegar tarde y el maestro llega más tarde que yo. Cuando estaba en prepa me llevé muchas materias a segundas y aquí no... Bueno, nomás dos o tres, y son bien poquitas. He encontrado la escuela perfecta para mí".
Más allá de parecer viejita quejosa (que tal vez pueda serlo...), quiero hacer énfasis en la parte de los maestros. Cada vez hay más maestros recién titulados que imparten materias básicas, inofensivas. No tengo nada en contra de ello, digo, la docencia es una parte de nuestro desarrollo profesional. Pero por mi parte, tengo una anécdota bastante desagradable. El año pasado llevé clase con una maestra nueva (aunque no recientemente titulada). Hasta ahí, todo bien. El problema es que estaba impartiendo una de las materias propias de mi acentuación (Información, mejor conocida como periodismo), y ni siquiera entendía el concepto básico de la materia (¿alguien podría decirme qué es Análisis de Contenido? ¿Alguien?). Ahora, se ha convertido en un monstruo que pide pasteles cuando los alumnos no le hacen caso.
Sin embargo, no todo es oscuro en la escuela. Hoy iba a ser un buen día precisamente porque teníamos que ir a supervisar la edición de un trabajo final, de Periodismo Radiofónico. El maestro de la misma es uno de los que valen la pena en mi área. Y si bien es un desgraciado en su forma de enseñar, al menos aprendes. Sus métodos no son nada ortodoxos, pero ya sé como hacer una entrevista de opinión sin cruzarla con una semblanza. Desafortunadamente, maestros como él son minoría. Haciendo un recuento de los maestros que en realidad se esfuerzan porque el alumno aprenda, llegamos a la penosa conclusión de que se pueden contar, al menos en Periodismo, con los dedos de la mano y sobran todavía algunos.
Es una lástima que en la escuela de mayor tradición en la formación de Comunicadores, a menos a nivel estatal, todavía haya maestros que dicen "haiga", "trajistes" o confundan "capas" con "capaz". Con maestros como estos, no es de asombrarse que los alumnos hablen o escriban igual, e incluso mucho peor. La anterior administración (de la cual sólo queda una parte), se jactaba de que nuestra escuela es una de las mejores escuela de comunicación en el país, e incluso en América Latina, afirmación que es bastante inverosímil tomando en cuenta que muchos de los estudiantes tienen un aprovechamiento alto producto de las facilidades proporcionadas por muchos de los maestros en la facultad.
Id
PS: Por cierto, al chavo que hizo la edición de nuestro trabajo, le dijeron, en MI escuela, que no tenía las aptitudes suficientes para estudiar ahí. Y qué lástima, porque es bastante bueno en lo que hace: edición de audio, video y producción de medios audivisuales, en general. Y es una lástima porque hacen falta de esos en la escuela. Los parámetros establecidos en el examen de selección para entrar a la FCC son insuficientes, esperemos que con el nuevo examen el nivel de los ingresados sea más "decente" (¡y que ingresen menos, por favor, que ya no cabemos en las aulas!).
En el próximo capítulo... Idalia contra las hordas de comunicólogos enardecidos... Parte 1
Como muchos de ustedes sabrán, estudio Comunicación (Comunicaciones está en FIME, diría Lewis), y la cantidad de especímenes raros en mi escuela es impresionante. Hay desde el(la) típico(a) niño(a) Comunicación que se la pasa de antro en antro los fines de semana (y entre semana también), que falta a clases y le vale gorro pasar con 70. Claro que también está la otra parte de la historia: el matado que se la pasa estudiando y que se esfuerza por lo que quiere. Bueno, esto por si sólo no tiene nada de espectacular y relevante porque de esos hay en todas las escuelas, pero lo que hace "única" la FCC es lo siguiente.
Hace como dos semanas, platicando con Isra en uno de esos ratos de ocio, comentó algo que a su vez, escuchó de otro sujeto en la Facultad: "N'ombre, esta escuela está bien chida. Los maestros nunca vienen, no encargan tareas, no hay problemas por las faltas, puedo llegar tarde y el maestro llega más tarde que yo. Cuando estaba en prepa me llevé muchas materias a segundas y aquí no... Bueno, nomás dos o tres, y son bien poquitas. He encontrado la escuela perfecta para mí".
Más allá de parecer viejita quejosa (que tal vez pueda serlo...), quiero hacer énfasis en la parte de los maestros. Cada vez hay más maestros recién titulados que imparten materias básicas, inofensivas. No tengo nada en contra de ello, digo, la docencia es una parte de nuestro desarrollo profesional. Pero por mi parte, tengo una anécdota bastante desagradable. El año pasado llevé clase con una maestra nueva (aunque no recientemente titulada). Hasta ahí, todo bien. El problema es que estaba impartiendo una de las materias propias de mi acentuación (Información, mejor conocida como periodismo), y ni siquiera entendía el concepto básico de la materia (¿alguien podría decirme qué es Análisis de Contenido? ¿Alguien?). Ahora, se ha convertido en un monstruo que pide pasteles cuando los alumnos no le hacen caso.
Sin embargo, no todo es oscuro en la escuela. Hoy iba a ser un buen día precisamente porque teníamos que ir a supervisar la edición de un trabajo final, de Periodismo Radiofónico. El maestro de la misma es uno de los que valen la pena en mi área. Y si bien es un desgraciado en su forma de enseñar, al menos aprendes. Sus métodos no son nada ortodoxos, pero ya sé como hacer una entrevista de opinión sin cruzarla con una semblanza. Desafortunadamente, maestros como él son minoría. Haciendo un recuento de los maestros que en realidad se esfuerzan porque el alumno aprenda, llegamos a la penosa conclusión de que se pueden contar, al menos en Periodismo, con los dedos de la mano y sobran todavía algunos.
Es una lástima que en la escuela de mayor tradición en la formación de Comunicadores, a menos a nivel estatal, todavía haya maestros que dicen "haiga", "trajistes" o confundan "capas" con "capaz". Con maestros como estos, no es de asombrarse que los alumnos hablen o escriban igual, e incluso mucho peor. La anterior administración (de la cual sólo queda una parte), se jactaba de que nuestra escuela es una de las mejores escuela de comunicación en el país, e incluso en América Latina, afirmación que es bastante inverosímil tomando en cuenta que muchos de los estudiantes tienen un aprovechamiento alto producto de las facilidades proporcionadas por muchos de los maestros en la facultad.
Id
PS: Por cierto, al chavo que hizo la edición de nuestro trabajo, le dijeron, en MI escuela, que no tenía las aptitudes suficientes para estudiar ahí. Y qué lástima, porque es bastante bueno en lo que hace: edición de audio, video y producción de medios audivisuales, en general. Y es una lástima porque hacen falta de esos en la escuela. Los parámetros establecidos en el examen de selección para entrar a la FCC son insuficientes, esperemos que con el nuevo examen el nivel de los ingresados sea más "decente" (¡y que ingresen menos, por favor, que ya no cabemos en las aulas!).
En el próximo capítulo... Idalia contra las hordas de comunicólogos enardecidos... Parte 1
5 Comments:
Desafortunadamente, ese tipo de comentarios son lo que logra darle mala fama a las escuelas y por eso también no se toma en cuenta a los buenos elementos egresados en el ámbito laboral, sólo porque se dice que "Esa escuela es un barco" o cosas por el estilo.
También me toca verlo con mi escuela, porque nunca falta que te digan, "Ay si, vienes de la del Vago de México... ahí no hacen nada", ya quisiera que los que hacen ese tipo de comentarios, pasaran uno de mis semestres, a ver si es cierto que taaaaaaaan barco es.
Sobre los criterios de admisión, creo que los perfiles de aspirante están mal elaborados en muchas ocasiones, y es por eso que gente valiosa y con aptitudes no es admitida en lo que realmente es buena, sería importante lograr una revisión de las curriculas y hacer un cambio en los perfiles de aspirante y egresado.
Fer.
hola! hola!
reportándome vivo. Y si, apestan esas cosas. Si te dijera lo que dicen en mi facu de mi facu, no me querrías de amigo.
Y si te dijera lo que dicen en mi facu de tu facu, me querrías muerto.
xD
Agersomnia
hola!
aqui nomás reportándome.
Con eso de que el Opera no cacha tu url no habia tenido tiempo de postearte algo
byeee!
Agersomnia
Entre comunicologos y psicologos te veas! - y las puertas del infierno se abrieron
Arriba los changos con mazo!!!!
Los monos al poder!!!
Que remedio mujer. Si así estamos en las universidades, imagina en las escuelas técnicas, en donde salen "preparados para la vida" en 6 meses. De mínimo y ya de perdida los 9 que dura el embarazo, pero ya que.
El mejor maestro que tuve en la carrera es un reverendo desalmado que descuartiza tu trabajo en tres palabras o menos, pero tiene frases geniales como "Lo que les estoy enseñando es para que lo apliquen en clase, no para que se lo cuenten de anécdota a sus nietos". Y lo admito, de blanco el hombre en cuestión es muy SALUDABLE, yam, yam...
Pero volviendo al tema... si, la educación esta en decadencia. Por lo menos, eso digo yo de la UNAM, que aunque los maestros no son trasatlanticos, los alumnos tienden más y más a la mediocridad. Entre menos trabajo mejor. Uy, y que sea en equipo, para que nos toque menos.
Arriba la changocracia!!!!
Levantemos nuestros mazos... y aporreemos a los mediocres!
(Ando revolucionaria, y falta para el 20 de noviembre...)
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